Notas de prensa
Laboral
El verano en el Maresme: “a pesar de doblar la presión asistencial, no se aumenta la dotación de personal”
21.08.25 | Catalunya

El Sindicato de Enfermería SATSE Girona denuncia que, este verano, las urgencias de los hospitales de la Corporación de Salud del Maresme y la Selva —San Jaume de Calella y Hospital de Blanes— sufren una saturación crónica que afecta directamente los pacientes y deja a los profesionales exhaustos. La situación se produce principalmente a causa de la carencia de planificación e inversión en recursos humanos, precisamente en una época en que la población aumenta de manera notable a las zonas turísticas de la Costa Brava y el Maresme.
" Los datos fríos esconden la realidad: profesionales exhaustos y pacientes desesperados esperando horas a urgencias” afirma SATSE Girona
Los profesionales del Hospital de Calella denuncian que, en los días más críticos, llegan a haber unos veinte pacientes esperando box a urgencias, con tiempos de espera que pueden superar las ocho horas. Algunas enfermeras relatan que empiezan el turno por la noche a las 22h y se encuentran pacientes que llevan esperando desde las dos del mediodía. Incluso, las ambulancias llegan a quedar bloqueadas a las puertas de los hospitales, sin poder descargar enfermos e imposibilitando así que acudan a otro servicio. Cuando el centro sanitario de Calella queda saturado, es el Hospital de Blanes quien asume esta parte de la población del Maresme, reproduciendo el mismo colapso.
Contrataciones tardías
Este colapso se explica por varios factores: el incremento estival de la población, el alta complejidad clínica de los pacientes —muchos de ellos de edad avanzada y con pluripatologies— y, sobre todo, una gestión poco eficaz. A pesar de conocer el problema de la época estival, la Dirección no aumenta la dotación de profesionales y el personal de sustitución que se incorpora para cubrir vacaciones no lo hace con antelación suficiente.
SATSE subraya que los profesionales que se incorporan en verano son competentes y formados, pero el problema es que llegan directamente en el momento de máxima presión asistencial, sin un rodaje previo al lugar de trabajo. Esto obliga los pocos profesionales veteranos a asumir a la vez la carga asistencial y el acompañamiento de los nuevos compañeros, que tienen que aprender sobre la marcha aspectos prácticos del día a día del servicio, como el funcionamiento de los programas de gestión o la organización interna.
Por este motivo, el sindicato reclama que los contratos de verano no empiecen justo en pleno pico de trabajo, sino con uno o dos meses de antelación para que los profesionales puedan conocer bien el servicio antes del aumento de la demanda.
Inversión insuficiente
SATSE critica también la falta de inversión real en los servicios de urgencias, tanto en cuanto a recursos humanos como estructurales. Los delegados sindicales explican que ya han trasladado estas quejas a la Dirección, que se limita a minimizarlas aduciendo que las cifras no reflejan la situación real. Desde SATSE Girona, pero, insisten que “los datos fríos esconden la realidad: profesionales exhaustos y pacientes desesperados esperando horas a urgencias”. El sindicato añade que “si no hay una planificación y unas inversiones adecuadas, cada verano volveremos a vivir el mismo colapso”.
Departamento de Comunicación
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